«Dos tajadas de jamón de pavo como snack»
Es algo común encontrar como parte de los planes alimenticios para bajar de peso de muchos nutricionistas hoy en día. Y es que el consumo ocasional que estos productos de la categoria «embutidos» no le hace daño a nadie, Pero ¿qué sucede cuando se consumen estos productos diariamente?
Con el tiempo los embutidos se han convertido en parte fundamental de la dieta diaria de las personas a nivel mundial, no solo porque se pueden combinar con cualquier tipo de alimentos, ni tampoco porque algunos son bastantes económicos, sino también por el hecho de que son sumamente sabrosos, y esto es algo que debemos aceptar. Pero muchas veces lo que es divino para nuestro paladar no lo es para el resto de nuestros órganos.
Los embutidos en general son hechos con una gran cantidad de sal y de otros aditivos que le dan su característico sabor, pero uno de los principales problemas de estos es que contienen altas dosis de conservantes para mejorar su aspecto, su sabor y prolongar su vida media de consumo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó hace un par de años que según sus investigaciones los embutidos y hasta las carnes rojas deberían ser incluida en la lista de sustancias nocivas para la salud junto con el tabaco, el alcohol, el plutonio, el aire contaminado, entre otros, porque aumenta el riesgo de desarrollar cáncer colo-rectal. Entonces no solo hablamos de que los embutidos pueden aumentar tu peso corporal, estamos hablando de que puede ocasionar daños irreversibles en tu organismo.
Las carnes embutidas más comunes vienen en estas presentaciones:
- El jamón
- La salchicha
- El salami
- El chorizo
- La longaniza
- La mortadela
- El salchichón
Y no solo las puedes conseguir individualmente, sino que hay comidas de consumo habitual que contienen embutidos, como son:
- Sándwiches
- Hamburguesas
- Pizza
- Arroces
- Ensaladas
- Perros calientes
El contenido de estos alimentos pueden variar dependiendo de la industria que los produzca e incluso algunos pueden ser menos dañinos que otros. Pero lo cierto es que sea cómo sea, deberías de disminuir el consumo de embutidos para poder tener una vida más saludable y esto se traduce en evitar padecer de todas las enfermedades que producen estos alimentos y sus aditivos.
Recuerda que la idea no es dejar de comerlos del todo, y mucho menos que te mueras de hambre, el consumo ocasional no le hace daño a nadie, el problema viene cuando introduces estos alimentos en tu dieta regular y diaria.